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empresa en concurso de acreedores

¿Qué es y para qué sirve el concurso de acreedores?

Entrar en concurso de acreedores es un procedimiento legal que se inicia cuando una empresa o un autónomo se encuentra en una situación de insolvencia, es decir, cuando no puede hacer frente a sus obligaciones de pago. Este mecanismo legal tiene el objetivo de permitir la continuidad de la actividad económica del deudor, proteger los intereses de los acreedores y, en última instancia, evitar la liquidación de los activos.

Cuando una entidad entra en concurso, se realiza un diagnóstico de su situación financiera y se elabora un plan para pagar las deudas. Un administrador concursal será designado para gestionar este proceso. Los acreedores también formarán parte del procedimiento, teniendo que presentar sus créditos en un período determinado. En el transcurso, se paralizan los embargos y ejecuciones contra el patrimonio del deudor para posibilitar un espacio de negociación y reestructuración.

¿Quién paga en un concurso de acreedores?

Es fundamental comprender que en un concurso de acreedores no hay una “absolución” de las deudas. El deudor es el principal responsable de hacer frente a sus obligaciones, y el plan de pagos se estructura en función de las posibilidades reales de la empresa o el autónomo. Sin embargo, en muchos casos, los acreedores podrían aceptar una quita o una espera en el pago para facilitar la continuidad del negocio.

Los activos de la empresa en concurso pueden ser liquidados para hacer frente a las deudas, aunque la intención principal es llegar a un acuerdo que permita la subsistencia de la actividad económica. Si la liquidación es inevitable, los activos se venden y el dinero se usa para pagar a los acreedores en un orden de prelación establecido por la ley.

¿Es obligatorio presentar un concurso de acreedores en caso de insolvencia?

No es obligatorio presentar un concurso de acreedores, pero no hacerlo puede tener efectos negativos sobre el deudor, como sanciones o problemas legales. Es aconsejable intentar llegar a un acuerdo extrajudicial de pagos con los acreedores antes de iniciar el procedimiento.

¿Qué tipos de concurso de acreedores existen?

Existen varios tipos de concursos de acreedores, aunque la clasificación más básica los divide en voluntarios y necesarios. En los voluntarios, es la empresa la que toma la iniciativa de presentar el concurso, mientras que en los necesarios, son los acreedores quienes lo solicitan.

¿Cuánto tiempo se puede estar en concurso de acreedores?

El tiempo en el que una entidad puede estar en concurso de acreedores es variable, y depende de múltiples factores como la complejidad de la situación financiera, el número y tipo de acreedores, y las posibilidades de reestructuración del negocio. Normalmente, el proceso podría durar entre uno y tres años, aunque hay casos excepcionales en los que se prolonga aún más.

Es imperativo actuar con rapidez y diligencia para aprovechar al máximo las posibilidades de llegar a un acuerdo favorable con los acreedores y evitar que la situación se deteriore aún más.

¿Qué ocurre con los empleados durante un concurso de acreedores?

Durante un concurso de acreedores, la situación también afecta al personal laboral de la empresa. Los empleados suelen enfrentarse a una serie de desafíos, que incluyen desde la incertidumbre laboral hasta posibles cambios en las condiciones de trabajo. No obstante, es crucial destacar que la normativa busca proteger, en cierta medida, los derechos de los trabajadores. Por ejemplo, los salarios y las cotizaciones a la seguridad social suelen ser considerados como créditos contra la masa, lo que les otorga una cierta prioridad de pago. Sin embargo, el proceso puede llevar a la reestructuración de la empresa o, en el peor de los casos, a su liquidación, lo cual puede resultar en despidos.

¿Qué son los créditos contra la masa?

Los créditos contra la masa son un tipo específico de deudas en un proceso de concurso de acreedores. Estos créditos tienen una prioridad en el orden de cobro, lo que significa que se deben pagar antes que otros tipos de deudas, como los créditos concursales. Los créditos contra la masa suelen incluir gastos y obligaciones que surgen durante la fase de concurso de acreedores, como salarios de empleados, gastos operativos y costes judiciales.

Dicho de otra manera, son deudas que el concursado contrae después de la declaración del concurso o que están directamente relacionadas con los gastos que se generan para mantener en funcionamiento la entidad o empresa que está en concurso. Son, por lo tanto, fundamentales para el desarrollo del procedimiento concursal y por eso tienen una alta prioridad en el pago

Conclusión

Entrar en concurso de acreedores es un paso serio y complejo que debe ser gestionado con suma profesionalidad y experiencia. En Montero de Cisneros, contamos con expertos en derecho mercantil que te ayudarán durante todo este proceso complicado con el objetivo de encontrar la mejor solución posible para todas las partes involucradas. Nos comprometemos a ofrecerte el asesoramiento y apoyo que necesitas para enfrentar este desafío y trabajar en pro de una resolución efectiva.